Los estafadores de casino más conocidos e ingeniosos

Aunque actualmente los casinos son uno de los lugares con más seguridad, a lo largo de la historia han sido varios los estafadores que han logrado burlar todos los sistemas para conseguir suculentos premios de manera fraudulenta. Algunos de ellos fueron rápidamente cazados y castigados por cometer este delito, mientras que otros lograron su objetivo y escaparon de la justicia para disfrutar de sus preciados botines de forma clandestina.

En el post de hoy os presentamos a los estafadores de casino más famosos e ingeniosos y os explicamos sus hazañas, recordando que, a pesar de que puedan parecer aventuras propias de películas, cometer este tipo de delitos conllevan castigos penados con prisión.

 

Tommy Glen Carmichael: De estafar a casinos a trabajar para ellos

La relación de Tommy Glen Carmichel con los casinos comienza en la década de los ochenta. A este por entonces empleado de un pequeño taller de reparación de televisores, le cambió la vida cuando un amigo le habló sobre un dispositivo capaz de abrir las tragamonedas de la época y conseguir de esta forma toda la recaudación de las máquinas. El top-bottom joint, que así se llamaba el peculiar artilugio, constaba de dos partes bien diferenciadas. En la superior se encontraba una varilla metálica con el extremo curvado y en la inferior, un alargado alambre, que, al ser introducidos en tragaperras de monedas, estas quedaban atascadas. El resultado de la operación conllevaba la liberación de la caja de los premios, obteniendo todo el dinero que ahí se encontraba.

Glen creyó haber descubierto un auténtico filón y convencido de ello, se mudó a Las Vegas para dedicarse completamente a esta actividad. Centrado en pequeños casinos con antiguas slots, no pasó mucho tiempo hasta que fue pillado por la policía con grandes cantidades de dinero encima y el mencionado top-bottom joint. Fue condenado a 5 de prisión, pero esto no acabó con sus planes para enriquecerse y tras conseguir la libertad, investigó nuevos métodos para manipular máquinas tragaperras electrónicas. Uno de sus más exitosos inventos fue la pata del mono, una varilla que tenía la capacidad de activar el sensor de las tragamonedas y liberar premios.

Después de nuevos inventos, nuevas detenciones y entrenar a distintos estafadores para que siguieran su camino, Tommy, que tiene prohibida completamente la entrada en los casinos, decidió aliarse con los establecimientos de juego para fabricar dispositivos antifraude.

  

Richard Marcus: Talento para estafar

A diferencia de nuestro primer estafador, Marcus nunca fue cazado ni arrestado y la única razón por la que se conoce su historia, es porque este neoyorkino decidió plasmar su sistema de engaño a los casinos en un libro. El método, llamado Savannah, era bastante simple, aunque no apto para cualquier persona, ya que este requería tener grandes dotes para la actuación.

Richard perfeccionó su táctica con la ruleta y tras convertirse en todo un experto de este juego de casino, llevó a cabo su plan.  Se aproximaba a la mesa y colocaba su apuesta utilizando un par de fichas, la primera de un valor bajo y la de abajo con uno alto, poniéndolas de tal manera que la última no se viese, cosa que no puede hacerse. Si perdía la apuesta, recogía sus fichas a pesar de estar prohibido, pero para ello, interpretaba el papel de un jugador ebrio, llegando incluso a lanzárselas al crupier y aprovechando el momento, cambiaba la ficha de mayor valor por otra de menor. Si su apuesta resultaba premiada, haría saber al crupier que la ficha situada debajo era de mayor importe. Con esto se aseguraba que, haciendo trampas en las apuestas perdedoras, las premiadas soportasen cualquier análisis requerido por los vigilantes del casino.

Dennis Nikrasch: ¿El mayor tramposo de tragaperras de la historia?

Para muchos se trata del mayor estafador de tragamonedas de la historia, llegando a representar un auténtico riesgo para toda la industria de este tipo de máquinas. Junto con su equipo, puede haber estafado la friolera de 15 millones de dólares y se dice que uno de estos miembros pudo ser la persona que le delató en 1998. Rebajó los años de condena a cambio de colaboración con las autoridades, revelando sus métodos para ponerlos en conocimiento de casinos y fabricantes de tragaperras.

Lo cierto es que el engaño resulto más fácil para Nikrasch, ya que era todo un experto de la cerrajería y la mecánica, siendo estas actividades su sustento profesional antes de adentrarse de lleno en el engaño a casinos. Gracias a sus habilidades, desarrolló sofisticados métodos para forzar slots allá por los años 80 con los que llenó sus bolsillos, pero como la mayoría de los estafadores, fue detenido. Esto no fue suficiente para acabar con sus ganas de delinquir y tras abandonar la cárcel, continuó perfeccionado sus sistemas y fabricó dispositivos imposibles de rastrear que desbloquearían las slots para recolectar todos los premios. Su nivel de profesionalidad era tal que entre su equipo se encontraba personal de seguridad que videovigilaban cada uno de sus movimientos desde el momento que accedía al casino y cuando Dennis dejaba la máquina preparada, otra persona del grupo se situaba en ella simulando haber ganado el premio legalmente. Se desconoce el número de veces que consiguió millonarios premios antes de ser cazado y abandonar tal actividad.

Como explicábamos al principio, por muy ingeniosas o sorprendentes que puedan resultar estas estafas, son completamente ilegales. La única manera de disfrutar del juego, tanto en el casino online como en el físico, es haciéndolo siempre de manera legal. El juego no es la solución a problemas económicos ni sirve para enriquecerse y se debe jugar de manera responsable en todo momento.